viernes, 4 de diciembre de 2009

Errores de la investigación aplicados al marketing y la publicidad


Bueno, no creo que vaya a descubrir el Mediterráneo si os digo que grandes errores de investigación han ocasionado, a lo largo de la historia, grandes bochornos y vergüenza en empresas multinacionales.

Mítico es el Mitsubishi Pajero, el Nissan Moco, el Pan Bimbo, etc. Por cierto, el caso de este pan de molde quizá es algo menos conocido, así que por si acaso, diré que bimbo en EE.UU. es como se denomina a las "rubias tontas que están más buenas que el pan". Las connotaciones que tenía este pan, inmediatamente hizo que su potencial clientela femenina de cabellos dorados no lo tuvieran ni en cuenta a la hora de llenar el carro de la compra.

Sin embargo, el caso que quiero recoger quizá sea muy conocido, pero me resulta especialmente impactante: el Mazda Laputa.

Este coche, en España no llegó a llamarse así jamás, pero sí en los mercados latinoamericanos. Lo mejor de todo es que Mazda tiene un presupuesto anual de 465 millones de dólares americanos para investigación y publicidad. ¿Hacemos apuestas sobre el porcentaje de reparto entre las dos actvidades? Aún así, en el pretest se les ha colado una bien gorda. El significado de Laputa debería haber saltado a la vista desde el primer momento.

En japonés, Laputa (Rapyuta) hace honor al ánime y representa un castillo legendario inexpugnable. En español, las diferencias son evidentes.

Eso sí, quien tenga uno, siempre puede decir eso de... "yo no mi Laputa, voy a todas partes y no me chupa ná".